Que no os confunda el título de este artículo, 1000 ways to die in a circle no es un juego violento en el que debas luchar a muerte dentro de un círculo. Este juego desarrollado por Steven Böger (Pixels on Fire) es un entretenido, pero difícil, endless runner circular de factura simple y amable.
Nuestro personaje se mueve dentro de un círculo y debemos tratar de conseguir todas las gemas que se nos presenten e ir haciendo puntos a medida que damos vueltas al círculo. Si tropezamos con alguno de los pinchos que se cruzan en nuestro camino moriremos.
Una sola forma de morir en 1000 ways to die in a circle
No solo el título que le he puesto a este análisis es algo confuso, el propio título del juego es bastante engañoso. 1000 maneras de morir dicen, pero ahí solo hay una posible manera de perder la vida y es golpeándote con alguno de los pinchos del escenario.
Es cierto que el juego va cambiando. Unos iconos con distintos dibujos se nos aparecen en el círculo y, al cogerlos, hacen que la dinámica de la partida cambie. Pasamos de poder cambiar la gravedad y pasar de la parte inferior del círculo a la superior al dar un tap, a que al tocar la pantalla el personaje simplemente salte. Puede que el círculo sea el que avance o que sea el personaje el que lo hace por el círculo estático. Ah, y de pronto, cambio de sentido, nuestro personaje frena y cambia el sentido de su marcha.
Pero de ahí a que haya 1000 maneras de morir en el juego… lo encuentro algo exagerado ya que tu muerte siempre llegará al chocar con algún pincho.
Desarrolla y consigue nuevos Slimers en la granja
Con la gelatina que vayamos consiguiendo en nuestras partidas podremos alimentar a nuestros personajes e incluso conseguir desbloquear más de ellos. Así podremos elegir con cual afrontar la nueva partida.
Si no tenemos suficientes gemas siempre podemos ir a la tienda de gemas para poder comprar más.
Jugabilidad:
1000 ways to die in a circle es un juego de control sencillo. Un juego de un solo tap con el que haces que el blob pase de una parte a otra del círculo o que simplemente salte.
Los cambios de dinámica lo hacen ameno y lo complica. Su dificultad no solo se rige por estos cambios, sino que también por su creciente velocidad a medida que vamos ganando puntos. De hecho, ellos mismos se atreven a preguntar si has llegado a los 100. Yo de momento no he pasado de 24…
Lo típico de este tipo de juegos, te pican y te retan a superar tu puntuación más alta. Eso hace que no sean fáciles de dejar, ya que siempre piensas que podrías superarte.
Gráficos:
Muy sencillos. Aunque hay diferentes blobs con detalles y expresiones distintas, son personajes muy sencillos. Un estilo en dos dimensiones bastante minimalista y sin demasiadas complicaciones.
El escenario de la partida es sencillísimo. Sus cambios de color le dan algo de atractivo, pero sin destacar demasiado. Quizá el más atractivo de ellos es la granja donde subir de nivel a tus personajes, pero en general es todo muy simple. Incluso el menú principal podría estar algo más trabajado.
Sonido:
El juego carece de banda sonora. Unos sencillos y algo anticuados efectos sonoros acompañan la partida: un sonido al coger las gemas, otro para los cambios al coger los objetos y la explosión al morir contra un pincho. Eso es todo… Una música sencilla y agradable con unos efectos algo más limpios y modernos podrían haberle dado al juego algo más de cuerpo.
Veredicto final:
No está nada mal la apuesta de Steven Böger al intentar crear un endless runner un poco diferente, con este escenario circular y sus cambios de modalidad. Incluso el hecho de poder adquirir nuevos blobs y aumentar su nivel lo hacen algo más atractivo. Pero 1000 ways to die in a circle es un juego de factura muy sencilla que podría mejorar con algunos retoques.
Como he dicho, igual que lo hacen los juegos de su categoría, el interés por el juego se basa en superar tu récord o el de tus colegas. Pero en mi opinión, 1000 ways to die in a circle se queda un poco corto, le falta todavía mejorar en varios aspectos.
