Ketchapp nos vuelve a traer otro de esos juegos a los que nos tiene acostumbrados, con un nivel de simplicidad tremenda pero un nivel de dificultad y atracción sorprendentes.
No pares de botar en Bounce
Como bien dice el nombre del juego, se trata de botar. Nuestro personaje es una pelota que tiene que ir subiendo por plataformas hasta llegar a lo más alto posible. Hasta aquí parece uno de esos juegos de saltar que encontramos por todas partes y de todos los estilos, pero tenéis que creerme cuando os digo que Bounce es distinto a todos los demás.
Como bien sabéis, y esto lo hace parecer igual que el resto, es un juego sin fin alguno, solo sube y sube para conseguir la mayor puntuación. Pero lo que le hace distinto al resto es el estilo y la presentación del juego, con aires muy minimalistas y con un nivel de dificultad algo irregular, pero que lo hace ser un verdadero reto para la concentración y la rapidez.
Con Bounce es fácil saltar, pero lo difícil es saber donde caer
A lo largo del juego nos vamos a ir encontrando con todo tipo de power ups y enemigos que nos pondrán aún más difíciles las cosas. Nos toparemos con muelles que nos harán saltar el doble de alto durante un cierto tiempo y flechas hacia arriba o hacia abajo que harán que la pelota bote más rápido o más despacio. Ten claro que tu mayor aliado en Bounce será el power up de ser invencible, ya que en muchas ocasiones será la única manera de pasar ciertos lugares.
En cuanto a enemigos se refiere, hay tres. Dos de ellos son pinchos, los cubos rojos que nos matarán al instante, y los últimos son unas pequeñas bolas que desviarán nuestra pelota al chocar con ellos, pero que a su vez podremos usarlos para saltar encima de ellos.
Y ¿cuál es el fin de Bounce? Tendremos que atravesar unas barreras azules que separarán las zonas, al hacerlo nos darán un punto, y así sucesivamente. Algo curioso del juego es su dificultad, no siempre va de más fácil a más difícil y la curva varía de forma totalmente aleatoria haciendo que la única manera de ser un master de este juego sea jugar mucho para poder aprenderse cada sección. Tanto chocarnos con los cuadros rojos, como darle a los pinchos o caernos al vacío hará que tengamos que volver a empezar desde el principio.
El gran fallo reside en su afán de arruinar la experiencia a los jugadores que deseen jugar a este juego gratuitamente, ya que la publicidad se sitúa justo en la parte inferior de la pantalla, que es donde tenemos nuestros dedos para mover a nuestra pelota, haciendo que el juego se vuelva algo frustrante si por equivocación le damos a la publicidad, y creedme que ocurrirá más de una vez. Es cierto que podemos eliminar la publicidad por 0,99€.
Jugabilidad:
Bounce responde muy bien y no hay errores muy grandes ni momentos en los que creamos que haya sido una muerte injusta. En todo momento sabremos que hemos muerto por nuestra propia culpa, pero como ya he comentado, el tema de la publicidad en la parte inferior le hace perder puntos en mi opinión
Gráficos:
Al ser un juego de apariencia minimalista, no hace falta gráficos tremendos y es gustoso a la vista. Predominan solo 3 o 4 colores pero no le hace falta más.
Sonido:
Es el apartado en el que creo que si que se podrían haber mejorado las cosas un poco, con esto no quiero decir que sea malo, pero si que es simple. En mi opinión, el sonido sería el apartado en el que se podrían mejorar muchas cosas , algo de música o efectos espectaculares.
Veredicto final:
Bounce es un juego bueno y nos presenta un reto continuo para nuestra agilidad y concentración. Aunque es simple pero vistoso, en ocasiones resulta demasiado sencillo, dando la sensación de que se podría haber desarrollado un poco más.