Destruye las torres enemigas antes de que acaben con las tuyas. Chaos Battle League es un juego multijugador de estrategia en el que deberemos coleccionar cartas y usar nuestras habilidades para derrotar al enemigo sacando el mejor provecho posible a nuestras tropas. Prepárate para aventurarte en Chaos Battle League.
De la mano de la canadiense This Game Studio llega un título inspirado en el éxito mundial de Supercell, con la clara intención de arañarle jugadores ávidos de una nueva propuesta. Evidentemente, para conseguirlo tendrá que ofrecer estímulos suficientes en una experiencia de juego que, como mínimo, esté a la altura de lo que ya conocemos. Veremos si es capaz de conseguirlo.
¿Chaos Battle League, inspiración o copia?
Lo primero que nos sorprende del juego, ya desde los primeras pantallas, son las excesivas similitudes con Clash Royale, lo que provoca que la adaptación si venimos de este último sea muy sencilla. Los objetivos son los mismos, acabar con las torres enemigas en combates multijugador de 3 minutos. Para hacerlo, claro, deberemos coleccionar cartas y mejorarlas a través de las diferentes arenas o localizaciones, eso lo haremos ganando batallas y abriendo tostadoras.
Cada carta de Chaos Battle League representa una tropa o hechizo y puede ser común, especial, épica o legendaria. Podremos unirnos a un clan y darles cartas a nuestros compañeros para ganar oro y experiencia a la vez que participamos en desafíos puntuales para conseguir premios más apetecibles. En vez de relatar las características del juego es más rápido decir que son exactamente las mismas que las de CR y que funcionan de manera similar.
Con este punto claro, lo que deberíamos es centrarnos en las diferencias que hacen de Chaos Battle League un juego especial y de si son suficientes para que le demos una oportunidad.
Porque sí, existen diferencias y algunas son más sutiles que otras, ofreciendo una experiencia de juego única aunque no necesariamente mejor de la que ya conocemos. A primera vista, la interfaz tiene la misma estructura pero el estilo visual ha cambiado, centrándose en botones más llamativos y animaciones más fantasiosas.
Desafortunadamente se trata de un arma de doble filo ya que, intentando alcanzar un look futurista, se exprime más a la CPU, lo que muchas veces ralentiza la transición entre apartados y se genere un efecto lag constante en cada acción. Este efecto llega a resultar molesto y penaliza la experiencia del jugador que está acostumbrado a la agilidad de propuestas más ligeras visualmente.
Aún así, hay cosas que deben ser destacadas por su acierto en su inclusión. Por ejemplo, las diferentes arenas están muy bien tematizadas (Barco, laboratorio, Egipto, etc) y las tropas que se pueden conseguir en cada una se ajustan perfectamente al entorno. Por ejemplo, en la arena de El Cairo podemos conseguir momias, genios, relojes de arena, esfinges,… lo que proporciona un elemento de inmersión mayor además de poder disponer de más variedad en la jugabilidad.
En ese caso, también cabe mencionar que se puede configurar el tipo de ataque de nuestras torres y existe la novedad de una carta especial que puede ser utilizada una sola vez en la partida. Estas pequeñas variaciones ofrecen posibilidades estratégicas más profundas y provocan que tengamos que estudiar las características únicas de cada una de las cartas.
¿Realmente marca la diferencia?
Habiendo aclarado la condición de copia de Chaos Battle League de uno de los juegos más exitosos en Android e iOs, no podemos dejar de valorar al título como elemento único y diferenciado, aunque no lo sea. Y, en este caso, nos encontramos con un juego con una mecánica que funciona y que es capaz de mantenernos enganchado durante mucho tiempo.
La apuesta por unos gráficos y animaciones avanzados le dotan de una personalidad propia pero, al mismo tiempo, lastran su jugabilidad tanto en el manejo de los menús como directamente in-game. Además, el avance entre niveles se puede hacer un poco tedioso, teniendo en cuenta también que no se facilita tanto el subir de copas al principio, como hacen otros títulos.
En lo que se refiere a las batallas se producen de manera más rápida que en CR y predomina en ocasiones una sensación de caos y descontrol sobre lo que sucede, acentuado por el constante lag generado al tratar de animar a cada tropa. Añadido a esto, en muchas ocasiones se produce una desconexión temporal que te impide colocar la tropa deseada o lanzar el hechizo en el lugar correcto. En un juego de precisión es un error bastante grave que nos llegará a frustrar más de una vez.
Todos estos aspectos, no parece que obedezcan tanto a la ejecución de un mal producto sino de un juego que no ha sido suficientemente testeado y que no ha evolucionado lo suficiente para ser un producto completo. Esto se evidencia más en la circunstancia de que unas tropas tienen una ventaja mucho mayor que otras y no se ha producido un balanceo justo entre ellas. Síntomas del trabajo de un estudio que no tiene los recursos de una gran empresa y no ha podido ajustar dichos defectos antes de la salida del juego.
La pregunta que nos viene a la mente, irremediablemente, es si, a pesar de ser un juego copiado de un original exitoso, vale la pena de manera propia. Y no es una pregunta de fácil respuesta. Los seguidores acérrimos de Clash Royale pueden ver en Chaos Battle League un estímulo al haber nuevas tropas y se pueden aplicar nuevas tácticas, aunque echaran de menos la fluidez del título de Supercell y la comunidad en la que se sostiene.
En cambio, los nuevos jugadores pueden introducirse en un nuevo mundo de estrategia en un juego al que podrán dedicar muchas horas. Eso sí, siempre que puedan superar (o se mejoren) los defectos de los que adolece.
Tráiler de Chaos Battle League
Análisis de Chaos Battle League por categorías:
Jugabilidad:
Un juego fácil de jugar pero difícil de dominar que tiene una alta probabilidad de engancharte durante mucho tiempo, aunque sus problemas de rendimiento pueden llegar a desesperarte.
Gráficos:
Animaciones y mapas en 3D que lucen muy bien. La interfaz tiene un toque futurista no muy adecuado pero la caracterización de los elementos suple con creces su falta de encanto.
Sonidos:
Efectos sonoros agradables y personalizados en cada arena. Acompañan muy bien en todo momento.
Veredicto final:
Sin duda, es un esfuerzo que tiene cualidades interesantes pero al que le falta un largo camino para ser un producto redondo. El problema, principalmente, es si la comunidad le dará el apoyo suficiente para poder invertir en las mejoras que le harían destacarse. Por ahora, no lo hace.