Al referirnos a Désiré como un point’n click lírico se debe al formato que pretende presentar al jugador: melancólico, profundo y en tonos grises, o por lo menos es lo que pretende. Désiré es un juego prémium que apareció en el panorama gracias al proceso de GreenLight de Steam, por lo que nos encontramos ante una adaptación o port de un juego indie de PC a dispositivos móviles Android, iOS y Windows Phone. El juego lo podemos encontrar en iTunes, Google Play y Windows Store por 3,99€.
Daltonismo cromático
Désiré nos sitúa en el lugar de un niño que ve el mundo en blanco y negro desde que nació. Todo en este point’n click es melancolía y decadencia, así que no podía tener un protagonista que no esté a la altura. Comenzaremos el juego con una escena en el colegio de Désiré que ya nos dejará con muy mal cuerpo. De ahí pasaremos a distintas viñetas en las que tendremos que conseguir objetos y combinarlos o usarlos de tal forma que vayamos avanzando en la historia. Hasta aquí todo muy normal y en la línea de cualquier aventura gráfica.
Lo que más impacta de este juego es la crudeza de los temas que trata y cómo los trata. Es un mejunje bastante incómodo de jugar y tragar que, personalmente, no ha conseguido atraparme como podría esperarse con un género al que llevo cerca de 20 años jugando. Incómodo de jugar por las escenas que no acaban de entenderse bien, con ciertos objetos escondidos sin ningún pretexto o por un diseño poco meditado; y de tragar por los temas que trata y cómo los maneja, como forzándolos en ciertas situaciones que no encajan bien. Pero para sensibilidades, personas…
Un mundo gris
Las situaciones son bastante retorcidas y el argumento fuerza, varias veces, que no puedas tomarte ciertas partes del juego en serio. Intenta abarcar todos los clichés de la sociedad y presentarlos como una crítica, el problema viene por el hecho de que se intenta profundizar en ellos tocándolos muy en superficie y con comentarios bastante brutos.
Esto unido a que los puzles generados por dichas situaciones y que la funcionalidad no está muy lograda, hará que el jugador, a pesar de tener muy claros los objetos a usar, en numerosas ocasiones acabe dando vueltas al escenario por no ser capaz de seleccionarlos (el inventario está situado en la parte inferior de la pantalla y queda muy al borde con determinados objetos) o porque no se ven bien, obligándonos a tocar por toda la viñeta para poder distinguir los objetos interactuables de los meramente decorativos.
Teniendo en cuenta que los point’n click basan mucho su narrativa en las conversaciones, en Désiré encontraremos muchas de ellas banales y largas, que no nos llevarán a la desesperación la mayoría de las veces. Por otro lado, a pesar de estar localizado a numerosos idiomas, al tratarse de un juego indie, sin muchos recursos, las traducciones no están bien localizadas, por lo menos en español. Suponemos que en el idioma original, francés, el juego ganará.
Trailer de Désiré:
Análisis de Désiré por categorías:
Jugabilidad:
Por definición, el género point’n click tiene unos controles muy sencillos, basando todo el juego en la narrativa y la interacción con elementos puntuales del escenario para poder avanzar en la historia. Désiré, por tanto, tiene unos controles bastante sencillos para cualquier tipo de jugador, el problema es que no acaban de funcionar con las escenas al no distinguirse bien del fondo y estar, en ocasiones, muy escondidos.
Esto hará que nos enganchemos en numerosos escenarios por no ser capaz de distinguirlos bien, no tanto por la dificultad si no más bien por un diseño que parece precipitado a veces. No nos encontramos ante un juego para todos los públicos, aunque pudiese parecerlo a simple vista.
Gráficos:
Se trata de un juego en 2D hecho en escala de grises. El arte, en general, se basa en crear ilustraciones más que escenas. Todo con un estilo artístico muy europeo, con referencias al cómic franco-belga. Désiré visualmente podría pasar por un juego tirando a infantil, pero nada más lejos de la realidad. A lo largo del juego encontraremos una gran variedad de personajes y entornos con los interactuar, lo cual le da bastante riqueza al contenido.
Sonido:
A pesar de estar el juego localizado, éste no tiene audio en los diálogos. De vez en cuando aparecerá una voz en off narrando, pero los personajes no tendrán voz y los objetos no tendrán ningún efecto de sonido. Esto hace que en el audio a veces echemos en falta algún efecto. Por otro lado, durante todo el juego nos acompañará una banda sonora instrumental muy agradable, de tipo clásico, que también podremos adquirir en BandCamp por 5 €.
Personalmente, como he dicho, no es un juego que me haya enganchado. Soy fan del género point’n click desde hace mucho tiempo y me suelen gustar las historias tratadas con crudeza, pero la mezcla que hay en Désiré no me parece que acabe de funcionar. Teniendo en cuenta que se trata de un juego indie hecho por una sola persona, con ayuda para el arte y la banda sonora, hay que reconocer el mérito que tiene el resultado final.
Pero si se compara con otros títulos o juegos que podemos encontrar en la store, es un juego extraño que cuesta comprender. Desde el principio, tuve la sensación de estar viviendo la historia del desarrollador, por los comentarios del protagonista, ciertas situaciones y el nivel de implicación que se nota que hay detrás. El nombre del autor aparece por todas partes y hay claras referencias a situaciones que de no ser personales, difícilmente se nos ocurriría a ninguno. Ya sabéis lo que se dice: la realidad supera a la ficción. Evidentemente, son apreciaciones personales y creo que lo más interesante es probarlo para valorarlo, lo que os puedo asegurar es que no os dejará indiferentes.
HOLA! acabo de leer tu crítica y es sublime, no puedo estar más de acuerdo. Leí que el desarrollador había pretendido hacer «una crítica del mundo moderno y de la perversión de los deseos causada por la sociedad capitalista y de consumo», pero bajo mi punto de vista, el protagonista de este juego no es más que un amargado que si está sumido en su propia tristeza no es más que lo que merece. ¡Nunca un protagonista de juego me había caído tan mal! No hace absolutamente nada bueno por nadie durante toda la aventura, se busca las castañas robando y en muchas ocasiones puteando a todos cuantos le rodean. Qué coñazo de tío