Esta vez tenemos un juego de Mediocre que busca romper con lo habitual con Dirac. Una aventura árcade en la que unir es la palabra clave de todo. Durante una serie de partidas se pondrá a prueba nuestra habilidad en busca de una puntuación que nos haga llegar al ranking.
La vida por niveles
En Dirac tenemos varios niveles aparte de un pequeño tutorial donde nos explican lo básico y como aspirar a sobrevivir en la mayor dificultad. Estos niveles se separan en distintos apartados que son los siguientes:
- Novicium: Que vendría a hacer referencia al nivel más básico del juego.
- Medianium: Un nivel algo superior al anterior que sirve de intermedio.
- Extremium: Nivel ya difícil que pondrá a más de uno en un apuro.
- Beyondium: Añadido de una nueva energía que pondrá las cosas mucho más complicadas para realizar las distintas combinaciones.
- Absordium: Nivel solo apto para expertos que supone un gran reto y más de un intento para lograr alcanzar puntuaciones altas.
Ahora que ya conocemos los distintos niveles de dificultad toca hacerse con las mecánicas del juego. Nuestro objetivo en Dirac es lograr la mayor cantidad de puntos uniendo las diferentes esferas que van apareciendo en la pantalla. Para ello pulsaremos sobre una de ellas y intentaremos o bien unirlas a las de su mismo color de un lado a otro o unir los puntos para encerrar a aquellas de otro color logrando una figura que nos de muchos más puntos.
Algo que puede parecer sencillo pensando que en la mayoría de niveles tenemos tan solo esferas de color rojo y azul pero saldrán desde todas direcciones del núcleo, dando muy poco tiempo al jugador para decidir que figura o que puntos unir.
Muchas veces intentaremos crear figuras de más de 500 puntos en el primer asalto cosa que con el aumento de dificultad se convierte en una autentica locura.
Uníos y multiplicaos
Con las distintas figuras de Dirac y a medida que logramos puntos veremos como unos contadores rojos y azules se van llenando justo en la parte superior de nuestros dispositivos. Al llenarse lograremos que una pequeña molécula aparezca en nuestras pantallas. Si logramos crear una figura con ella dentro aumentaremos nuestro multiplicador de puntos que nos permitirá obtener una gran cantidad de puntos con pequeñas figuras a la espera de llenar otro contador.
Trailer de Dirac
Si perdemos demasiadas oportunidades nuestro núcleo se destruirá dejando poco tiempo para poder evitar el final de la partida. Por ello hay que intentar aprovechar bien los aumentos para en caso de no tener núcleo poder recuperarse con un par de buenas combinaciones rápidas. Todo ello para lograr un puesto de honor en el ranking y demostrar que en lo que se trata de puntos no tenemos rival.
Analicemos Dirac
Jugabilidad:
Un sistema muy sencillo de conseguir puntos con el clásico une los puntos como bandera. La búsqueda de la mayor figura para conseguir una gran cantidad de puntos es un reto que pondrá a prueba nuestros reflejos y nuestro saber hacer con la geometría. Un juego Dirac que por desgracia no esta al alcance de todos los públicos pues a pesar de ser sencillo no es un juego tan directo como muchos otros y por ello pasara desapercibido para muchos de ellos.
Gráficos:
Luce muy bien dando ese aspecto de ordenador y de pura ciencia en movimiento, manipulando las moléculas como si un científico se pusiera a hacer una demostración en nuestros dispositivos en vivo y en directo. Las combinaciones lucen muy bien una vez realizadas por muy efímera que sea esa imagen una vez se crea, los colores son realmente muy llamativos al lograr llegar un medidor y contrastan con esa pantalla en la que se realizan las combinaciones.
Sonido:
Una muy buena compañía esa banda sonora que relaja como el propio juego dando ese toque o esa sensación al jugador de que no tiene ninguna prisa, cosa que unida a los diversos sonidos de pitidos y al combinar dan ese toque necesario para lograr meterte de lleno en la idea de que estas con una maquina trabajando en el laboratorio.
Un juego no para todos los públicos pero que sin duda tiene esa atmósfera de ciencia en movimiento rodeándolo constantemente. Los niveles de dificultad están muy bien implementados y en algunos añaden algunos nuevos elementos, pero por desgracia algo más de sorpresa o alguna novedad más directa como algún jefe final o cambiar el elemento podrían darle algo más a este Dirac. El cual juega con esa tranquilidad y esa atmosfera pero que parece que no ha querido explotar otros posibles caminos que despierten esa curiosidad en el jugador de no saber que va a ocurrir con la próxima figura.
