Toda la dificultad de Flappy Bird pasada por el cedazo del game design de los hermanos Coster, Butterscotch nos trae Flop Rocket, una mimada pieza de simulación de físicas arcade ambientado en el espacio.
Un espacio plagado de extraños monstruos extraterrestres que intentaran impedir que salgamos de la cueva dónde nos encontramos.
Houston, tenemos un problema…
Esta propuesta conseguida mezclando el famoso Flappy Bird con el clásico Asteroids nos pone en el papel de una nave espacial perdida en una cueva del espacio. Tu objetivo como piloto de esta nave será salir de esta cueva y llegar al espacio exterior. Para ello, Flop Rocket cuenta con un sistema de movimiento que sorprenderá a más de uno, ya que para dirigir tu nave sólo cuentas con una rueda de control a la parte izquierda de la pantalla con la que podremos controlar la dirección, además de pulsar la parte derecha de la pantalla, que nos permitirá acelerar a placer. En un principio estos controles se hacen extraños, pero a medida que avanzan las partidas, sorprende la comodidad con la que se adapta al fluido movimiento de nuestra nave.
Espeleología express con Flop Rocket
Para conseguir nuestro objetivo contaremos con un equipo de investigadores que nos ayudarán a mejorar nuestra nave, siempre que puedas pagarlos, ¿Cómo? con monedas, obviamente…, las vas a recoger durante tus viajes. Mediante ellas podremos comprar cosas como un propulsor más potente, un mayor tanque de combustible, y más. Aún así, existen 8 caminos de investigación que no podremos utilizar a menos que paguemos el juego, ya que el sistema que utiliza Flop Rocket para monetizar no es demasiado convencional, este es un juego gratuito, pero para desbloquear todo el contenido deberemos abonar su precio real de 2.99$ que a parte nos librará de los anuncios.
A parte de monedas, el juego utiliza el “Jugo” que nos permitirá comprar mejoras antes de cada lanzamiento y que ayudarán a nuestra nave a llegar más lejos que la última vez. Para conseguir este extraño material, deberemos completar unas misiones, planteadas al principio de cada lanzamiento y que dotarán al juego de más intensidad y rejugabilidad.
Por último, si después de superar a todos los monstruos espaciales y esquivar todas las paredes de la cueva, conseguimos llegar al espacio, Flop Rocket nos regala un Modo Infinito al más puro estilo arcade que pondrá a prueba los más valientes en un inacabable sinfín de cueva y monstruos
Trailer Flop Rocket :
Análisis de Flop Rocket por categorías :
Jugabilidad:
Flop Rocket viaja deliciosamente a través de la curva de dificultad creativa. Dando pequeños empujes al jugador a través de mejoras consigue que te sientas obligado a “sólo una más”, “esta es la buena” o “tengo un buen feeling sobre esta”. Su mecánica simple pero eficaz consigue sin esfuerzos que nos sintamos cómodos después de unas partidas, pero nunca confiados. Sin embargo, para los jugadores que decidan no pagar, esta diversión pronto se ve oscurecida por la frustración, ya que las mejoras de las que nos sirven al principio son ínfimas comparadas con las de pago, aún así, te va a mantener enganchado bastante tiempo y al final, si lo piensas bien, 2.99 no es nada para un juego así (y apoyas a los developers!).
Gráficos:
Los gráficos de Flop Rocket son eficaces, con toques cartoon y tono desenfadado, consiguen sin embargo ponernos en contexto y lucen de gran detalle artístico. Además, durante el juego iremos viendo a nuestros compañeros investigadores corretear por el suelo de la cueva huyendo de los monstruos, o nuestra nave, si nos acercamos demasiado. Si alguna cosa se le puede recriminar a este juego por sus gráficos son sus “backgrounds” de la cueva, todos iguales, simples y aburridos, aunque consigan que no nos desconcentremos.
Sonidos:
La música de este juego es una maravilla, aunque repetitiva a veces, el tono arcade y recreativa que aporta al juego le da ese toque final que hace de un buen juego un gran juego, compuesta por Chris Zabriskie autor también de la música de MIND: Path to Thalamus, entre otros.
Game Design 1.0 o cómo hacer de un juego infinito un gran juego. La maestría con la que este juego nos empuja a seguir probando hace que Flappy Bird quede en segundo plano. Curva de dificultad maravillosa, controles originales y eficaces, gráficos simples y a veces aburridos, pero eficaces. Sólo puedo decir que más de una vez se me ha pasado la parada del metro jugando a esto…