Si eres un amante del minigolf y buscas entretenimiento infinito, Golfinity es tu juego. Desarrollado por NimbleBit, de apariencia y dinámica muy sencilla, en él te esperan una infinidad de circuitos de minigolf.
Como en cualquier juego de golf debes intentar hacer cada hoyo en el par indicado. Dando la fuerza necesaria y la dirección que deseemos a la bola, la golpearemos para conseguir completar el hoyo. Pero en realidad Golfinity no tiene ningún objetivo en concreto, más que superarse a si mismo y jugar, jugar y jugar.
¿Cuándo termina Golfinity?
Cuando digo que hay infinidad de circuitos, que este es un juego infinito, no es solamente un decir. Ahora mismo estoy en el circuito 64, pero si os fijáis en las imágenes de la App Store veréis que llega, como mínimo, al circuito 1338. Más de 1000 hoyos para jugar son muchos hoyos. Además, al terminar cada uno, puedes volverlo a jugar si quieres mejorar tu par.
No hay mucho más que contar de este juego, así que paso directamente a hablar de cada una de las categorías que valoramos en El Jugón del Móvil para terminar de analizar este sencillo pero extenso juego.
Jugabilidad:
Golfinity lo veo como un juego de puro entretenimiento. Un pasatiempos. Aunque cada hoyo tiene su par, no importa demasiado el número de golpes que lleves por encima o por debajo de éste, más que como propia guía para saber si estamos jugando bien o mal.
Como hemos dicho, los circuitos son infinitos. Una vez metida la bola en el hoyo, tienes la opción de pasar al siguiente con los golpes que hayamos necesitado o volverlo a jugar para intentar hacer una mejor partida. Eso sí, si decides pasar al siguiente ya no podrás volver atrás. No puedes recuperar un circuito anterior para batir tu par.
Así que piensa bien si te conformas con los golpes que has necesitado o si es factible reducirlos. A veces encontraréis rápido el truco del hoyo en cuestión y parecerá posible hacerlo incluso de un solo golpe. Pero a veces es solo la suerte de como ha golpeado la bola en un borde y desearás haber pasado al siguiente hoyo con un número de golpes razonable.
Gráficos:
Minimalista a más no poder. Los circuitos son de acabados sencillos, de distintos colores y formas pero sin texturas ni florituras. Solamente los cambios de tono nos indican pendientes o cambios de nivel en la pista.
Poca información en pantalla. El número de hoyo, el par, los golpes que llevamos por encima o por debajo y nada más.
¿Donde están estos hoyos? Pues en ninguna parte, suspendidos en la nada. Lo que rodea los circuitos es un fondo grisáceo en el que la bola se perderá si la lanzamos fuera de los límites marcados. La bola caerá hasta desaparecer en la inmensidad de la nada.
Sonido:
Unos pocos pero correctos efectos de sonido acompañan la partida. El golpeo de la bola, el choque contra los bordes de la pista o el caer en el hoyo. Poco más se puede decir a nivel de audio. Tan, tan minimalista es el juego que no tiene ni una musiquilla de fondo ni nada.
Veredicto final:
En un principio pensé que Golfinity era una auténtica porquería. No había menú, no podías volver a circuitos que ya habías pasado, ese minimalismo tan extremo que me hacía pensar en que no habían querido esforzarse más en el desarrollo del juego, etc. Todo pintaba bastante mal, pero a medida que fui jugando me fui enganchando.
Intentar no pasar del par del hoyo repitiéndolo una y otra vez, buscar aquel golpe mágico con el que la bola llega directa al hoyo y, sobretodo, el hecho de no ver el final del juego. Nuevos circuitos aparecen, cada vez más extravagantes. Algunos con niveles distintos, con escaleras, agujeros en medio de la pista, etc.
Personalmente lo mantendré un tiempo más en mi iPhone para ver hasta que hoyo consigo llegar. Solamente la curiosidad por ver si el juego termina en algún momento ya no me dejará dormir.
Podéis descargar Golfinity en la App Store.