Hace ya tiempo FreshTone Games nos sorprendieron con este juego simple pero con una idea muy novedosa, y como dice el nombre del juego, One single life, solo una vida.
Cáete y te arrepentirás.
Pues vayamos a explicar de que va el juego. En él manejamos a un personaje con corbata y pintas de oficinista que se ha cansado de teclear en su ordenador y ahora se dedica a saltar de edificio en edificio.
La mecánica es muy simple, damos a la pantalla cuando estemos listos y el personaje empezará a correr por la azotea. Al llegar al final hay que volverle a dar a la pantalla para saltar al edificio del otro lado. Pero con cuidado, darle demasiado pronto o demasiado tarde puede ser fatal para nosotros. Podríamos caer del edificio y eso significaría el fin del juego y la muerte. Lo bueno es que si creemos que no estamos del todo preparados podemos darle a la opción de práctica hasta tener calculado nuestro salto.
One single life, la vida es muy corta.
El juego lo anuncian de una manera muy radical: si mueres será el fin y no podrás volver a jugar nunca más. Una idea que les trajo algún problema cuando la gente perdía y decidía borrar el juego para siempre. Pero un planteamiento tan radical no podía ser cierto del todo.
Al morir en el juego iremos al cielo donde tendremos que saltar de nube en nube. En esta parte del juego están metidos los créditos y, tranquilos, si os caéis de las nubes no pasará nada, hay que recordar que ya estábamos muertos. Cuando conseguimos pasarlas todas después de algunos intentos, llegaremos a una nube solitaria en lo que parece que es el fin, pero si hacemos un salto largo perfecto aparecerá otra nube al otro lado y resucitaremos.
Trailer de One single life
Análisis por categorías de One single life
Jugabilidad:
Una mecánica tan simple hace un poco de daño a este juego cuando se intenta hablar de jugabilidad, ya que solo tenemos que dar dos veces a la pantalla y seguir avanzando. A pesar que no es una idea mala, se queda corto en este aspecto y una partida no durará más de 5 minutos.
Gráficos:
El juego se ve bien y predominan los colores blancos y negros. Nuestro personaje es más bien una sombra, pero la simplicidad en los gráficos le dan un toque muy curioso y agradable a la vista.
Sonidos:
Siguiendo la estética del juego, carece de muchos sonidos y lo único que hay que destacar son los gritos del personaje al caer.
Veredicto final:
Es un juego que llama la atención por el título principalmente. La idea de si pierdes es el fin llamaba mucho la atención, pero se convierte rápidamente en un juego más sin tener nada que destacar de él. A pesar de no ser un juego malo, sí se convierte en repetitivo y muy corto aunque visualmente esta conseguido.