Como ya habréis podido comprobar, soy bastante asiduo a estos juegos de gráficos simples, pero de estética resultona, que te enganchan y no te dejan escapar. Hoy os voy a hablar de Psych, un curioso reto que nos propone el desarrollador de juegos indie Jc Stranger.
Psych, como no, es un juego simple, con un sencillo objetivo, pero con una clara dificultad y una particular puesta en escena. Una flecha que se encuentra en una serie de círculos concéntricos que giran y se mueven hacia el centro y con la que deberemos saltar de círculo en círculo (o mejor dicho, trozo de círculo) sin caer en los espacios negros que éstos dejan.
Los efectos psicodélicos de Psych
Parece fácil ¿verdad? Unos simples círculos, o partes de círculos, que giran a distintas velocidades y por los que debemos avanzar sin dejar que nos arrastren al centro que los atrae.
Pues no lo es tanto. Psych cuenta con una serie de efectos muy psicódélicos que nos dificultarán las cosas a medida que avancemos en nuestra misión de conseguir una puntuación lo más alta posible.
De pronto, sin avisar, el escenario se empezará a distorsionar, incluso cerrando nuestra visión. Cambiará la perspectiva como si viéramos la pantalla a través de una lente de ojo de pez o, quizá, se nos rallen los círculos como si tuvieran unas sombras que los atraviesan.
Psych nos puede sorprender con cualquiera de sus 7 efectos psicodélicos para dificultar nuestra partida y así hacernos fallar en nuestro avance. Además del cambio de color repentino que el escenario puede sufrir, cambios de velocidad del giro de los círculos, etc.
Un fallo no supone morir
En Psych deberemos evitar los espacios negros e intentar alejarnos lo máximo posible del centro que absorbe los círculos por los que nos movemos. Si fallamos al intentar pasar de un nivel a otro, no tenemos porque morir. Al meternos en uno de los huecos, caeremos más cerca del centro y en una posición totalmente distinta.
Todo pasa muy deprisa. Así que, si fallamos, mejor que nos pille lejos del centro y que mantengamos la calma para volver a meternos en la partida. En ocasiones será complicado, pero pensad que se puede fallar más de una vez, siempre y cuando seamos capaces de tener el temple suficiente para volver a situarnos y seguir como si no hubiese pasado nada.
Jugabilidad:
Como era de esperar, Psych es un juego de control fácil. Con un simple tap hacemos que la flecha salte de un tramo a otro. Pero, como no podía ser de otra forma, Psych no es un juego fácil. Todos esos efectos que nos distorsionan el escenario, los cambios repentinos de color y la velocidad cambiante de los círculos nos intentarán marear hasta hacernos fallar y terminar en el centro de la pantalla mientras todo se repliega.
A pesar de ser siempre igual, es decir, que siempre tengamos que hacer lo mismo, los círculos y efectos se moverán y aparecerán de forma aleatoria. Nunca es igual, el reto varía y nos consigue tener enganchados.
Gráficos:
No hay mucho que decir sobre los gráficos. Son sencillos, muy sencillos. Los efectos psicodélicos y los cambios de color están suficientemente bien como para despistarnos, pero tampoco es para tirar cohetes.
Sonido:
Correcto. Una música que liga bien con la dinámica y la estética del juego y unos efectos que lo acompañan correctamente. Personalmente hubiese optado por una música algo más psicodélica ya que el juego lo merece, aunque como digo, tampoco me parece mal la elección de jc stranger.
Veredicto final:
Psych es un juego bastante particular, curioso en sus formas, pero que consigue enganchar y hacer que nos piquemos para batir nuestro récord. Incluso a nivel estético la apuesta es arriesgada. En un mercado tan saturado de juegos supongo que los estudios, y sobretodos los de juegos indie, buscan maneras de ofrecer juegos simples pero que nos sorprendan por su puesta en escena y dinámica de juego. Psych es, sin duda, un juego curioso al que os reto jugar y que nos deis vuestras opiniones tanto en la web como en las redes sociales.