Salvar al mundo del Mal y rescatar princesas tras largas y heroicas aventuras está muy bien, pero a veces uno no se encuentra de humor. Quizás viajas en el autobús rumbo al trabajo, aún somnoliento, como todos los días a las siete de la mañana; o quizás esperas tu turno en la consulta del dentista.
Da igual, el caso es que no te apetecen grandes desafíos, sólo pasar un rato ameno con un entretenimiento sencillo y accesible. Y precisamente para este tipo de situaciones se inventaron los crucigramas y los videojuegos casuales.
Todos sabemos lo que es un crucigrama. De modo que…
Hablemos de… ¡Spam Game!
Spam Game es, en efecto, un juego de mecánica simple, que no impone largos aprendizajes ni el estudio de tutoriales en Internet. Puede disfrutarse en pequeñas sesiones, sin exigencias, y tus progresos se conservan entre ellas.
Y sobre todo, aborda de forma irónica esa molestia que lleva con nosotros desde los primeros tiempos de Internet, cuando abrirte una cuenta de email parecía vivir locamente en el futuro: ¡el spam, el correo basura!
¿Cuántas veces has recibido ese mensaje con errores gramaticales de un funcionario de Nigeria, que te promete una gran fortuna si le ayudas con una modesta suma a salir del país? ¿O esas increíbles ofertas de medicamentos de contrabando, o teléfonos móviles a precio de saldo? Pues ahora podrás recordarlos con una sonrisa.
Porque Spam Game te pone en la piel de un «spammer», uno de esos seres aborrecibles del universo que se dedica a mandar masivamente correo basura. Tu objetivo es ése: enviar, enviar, y enviar oleada tras oleada de mensajes publicitarios que nadie quiere, y acumular dinero haciéndolo. Esto, ya de paso, satisface de forma simulada ese impulso secreto de hacer el mal que todo ciudadano moderno tiene.
Nota: Por supuesto el envío de spam es ficticio. Esto es sólo un juego, chicos
Así que clicas una y otra vez sobre el botoncito de «enviar», y en pantalla podrás ver las maldiciones de los infelices a los que estás mortificando con anuncios de casinos. Por supuesto tratarán de defenderse con filtros antispam, que el juego representa con escuditos de colores en el borde inferior de la pantalla: deberás destruirlos porque interfieren en tu sagrada misión de acumular dinero.
Además, puedes utilizar tus cuestionables beneficios en mejorar tu capacidad de mandar spam: tal vez ampliando tus equipos, para ello hay disponible material como procesadores o placas base, o adquiriendo nuevos mensajes que aborden otros temas.
¿Para qué limitarte a los crecepelos cuando puedes publicitar también absurdos alargamientos de pene? Con el tiempo de juego y las ganancias irás subiendo de nivel, y eso pondrá a tu disposición nuevos elementos en las pantallas de compra.
Spam Game cuenta además con una presentación agradable: gráficos sencillos pero coloridos, con un estilo característico, varias melodías ambientales, y buenos efectos de sonido.
¿Qué más decir? Si estás en la consulta del dentista, ¡prueba Spam Game! Es mucho mejor que leer sobre la última fiesta de Carolina de Mónaco en esas revistas que tienes delante en la mesita. Y si no… ¡Igualmente, prueba Spam Game! Porque enviar correo basura es divertido y puedes hacerlo a tu aire, a ratitos sueltos.