¿Os acordáis del «Super Hexagon»? El juego que hoy ocupa nuestro indie-análisis vendría a ser un hijo bastardo de este gran título. ¿Estáis preparados para el reto?
Spinner Tronic es un juego “Techno-Arcade” hecho por el estudio indie, compuesto por dos hermanos, Perishtronic Studios. Siendo este su primer título, pondrá a prueba nuestra psicomotricidad y paciencia hasta límites muy borderline.
Spinner Tronic confía en nuestras habilidades yedi
Al tratarse de un juego arcade, todo es muy directo en Spinner Tronic. La mecánica, que aprenderemos sobre la marcha, consiste en una flecha o manilla sobre un tablero palpitante, que irá girando y pasando sobre unos triángulos de colores. Nuestro objetivo es conseguir puntos clavando los gestos para cada color, rompiendo así los triángulos, en el momento en que la flecha pasa sobre el indicador y evitando fallar, porque el nivel y los puntos se reiniciarán. No hay más.
Pero todo tiene su complejidad y la de este título es hardcore desde el principio. Hay tres niveles de dificultad: Alpha, Beta y Omega. Para desbloquearlos, deberemos alcanzar un número determinado de puntos y así progresar y disfrutar del juego en su máxima complejidad. Este título también cuenta leaderboards y trofeos.
Trailer de Spinner Tronic
Analicemos Spinner Tronic por categorías:
Jugabilidad:
El escueto tutorial, apenas nos dará las herramientas ni el tiempo necesario para asimilar bien la mecánica, que iremos aprendiendo sobre la marcha y la frustración. La idea de Spinner Tronic es bastante compleja de dominar. Absteneos los que tengáis una leve dislexia con la izquierda y la derecha, no seáis hábiles ambidiestros o para los que tengáis vértigo, pues Spinner Tronic nos llevará al límite de nuestra capacidad, poniéndolo difícil para avanzar y poder jugar largo y tendido.
Gráficos:
Los gráficos son muy minimalistas, de formas geométricas, con colores planos y brillantes. Tal vez sea por su colorido que el juego mareé más que jugar durante horas al “Guitar Heroe”. En ocasiones he notado una pequeña bajada de FPS, lo cual me ha obligado a reiniciar el juego porque la precisión se veía muy afectada. Fuera de esto, el juego tampoco pide mejores gráficos. Por su simpleza, curiosamente, todo encaja con bastante coherencia.
Música:
Las melodías que nos acompañarán en cada nivel son upbeat, música muy feliz que te enfurecerá cuando no des una. No ayuda nada a la coordinación ni al ritmo del juego. Por desgracia, he conseguido más puntos quitando el sonido al juego que con él puesto. La melodía y los efectos juntos en ocasiones desconcentran más que ayudan al no estar coordinados. A pesar de esta complejidad añadida, véase la falta de ritmo, la música de Spinner Tronic es muy característica y difícilmente se puede comparar con las melodías de otros títulos arcade.
Veredicto Final:
Para mí, la experiencia de Spinner Tronic ha sido dura. Me ha confundido bastante la explicación de las mecánicas en el tutorial. Los gráficos brillantes, me han mareado hasta decir basta y, para colmo, la melodía feliz no acompañaba mi coordinación en absoluto. Definitivamente, es un reto. Puede que debido a este alto nivel de dificultad, Spinner Tronic sea un título de lo más adictivo. Aún sin dar ni una, nos veremos enganchados día tras día, retando nuestros reflejos e increpando al dispositivo cada vez que fallemos de forma reiterada.